Tu proceso está diseñado para ser más que seguro: debe ser transformador. Aplicamos protocolos clínicos, herramientas de medición emocional y un acompañamiento real, antes, durante y después de tu sesión.
Estas cifras reflejan las categorías de transformación más comunes descritas en estudios clínicos recientes. Representan más que síntomas: son los procesos psicológicos que se activan cuando la experiencia es segura, guiada y significativa.
Cada uno de estos elementos no es un añadido, sino parte del tejido que hace que la experiencia sea profunda, segura y transformadora.
Un equipo entrenado en trauma y psicoterapia te acompaña con presencia continua, calidez y sin juicios, para que puedas rendirte con confianza a tu proceso.
Aplicamos predictores clínicos, teoría extrafarmacológica y suplementos personalizados para optimizar tu fisiología y claridad mental antes de la sesión.
Un entorno natural, acogedor y cuidadosamente curado favorece la introspección y el bienestar. Detalles como música, mantas y privacidad no son extras: son medicina.
Durante la sesión tomamos apuntes clave para que no se pierda ningún hito. Luego los visualizamos en un informe que te ayuda a integrar, recordar y avanzar.
Más allá de tu retiro, accedes a encuentros grupales de integración durante todo el año. El proceso no termina al irte: la comunidad te sostiene.